KTM 690 Duke 2014 vs. Kawasaki Z1000 2016

KTM 690 Duke 2014

Kawasaki Z1000 2016
Visión general - KTM 690 Duke 2014 vs Kawasaki Z1000 2016

KTM 690 Duke 2014

Kawasaki Z1000 2016
Especificaciones técnicas KTM 690 Duke 2014 en comparación con Kawasaki Z1000 2016
Comparación de ventajas e inconvenientes
Comparación de ventajas e inconvenientes
KTM 690 Duke 2014

Más de una década después de su lanzamiento, la KTM 690 Duke sigue siendo una moto fascinante con su propio carácter único. El intento de convertir la rebelde Duke en una moto más apta para las masas ha demostrado ser una estrategia acertada. La combinación de un sobresaliente motor LC4, una conducción directa y una buena relación calidad-precio sigue convirtiéndola en una opción atractiva para los motoristas que buscan algo especial. Aunque los modelos bicilíndricos más recientes son superiores en términos de suavidad de marcha y confort, la 690 Duke ofrece una inmediatez y un carácter que sólo un gran monocilíndrico puede ofrecer. Como moto de ocasión, ha demostrado ser sorprendentemente estable en valor y duradera, siempre que se preste atención al mantenimiento regular.
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Kawasaki Z1000 2016

La Kawasaki Z1000 (2014) es una declaración contra la tendencia electrónica de su tiempo, y eso es exactamente lo que la hace especial hoy en día. Su característico motor de cuatro cilindros, su mecánica directa y su enfoque sin concesiones en lo esencial tocan la fibra sensible en una época en la que muchas motos se han convertido en ordenadores rodantes. Sí, prescinde de los modernos sistemas de asistencia y de una perfecta protección contra el viento. Pero ofrece una auténtica experiencia de conducción naked, combinada con la fiabilidad japonesa y unos costes de mantenimiento razonables. La Z1000 no es una máquina para adictos a las hojas de datos o fanáticos de la electrónica - es una moto para gente que todavía quiere tomar sus propias decisiones cuando conduce. Una moto honesta y con carácter que sigue inspirando incluso después de años y que cumple con creces su papel de alternativa emocional a la era moderna digital.