La actualización se muestra visualmente muy cambiada y más moderna que su predecesora. El nuevo tanque es más esbelto y anguloso, un alejamiento intencionado de la forma redondeada de la Bonneville. Los marcados recortes del tanque, en mi opinión, encajan estéticamente de manera excelente con el resto del diseño y parecen permitir algo más de giro del manillar. Este bonito accesorio, que también se encuentra en la Speed 400, está en la categoría de mejora de estilo.
Los paneles de carenado diseñados más deportivamente en los laterales contribuyen a un aspecto despejado, dinámico y casi elegante. Aquí queda claro que la Speed Twin 900 ya no quiere ser solo una moto retro con estilo, sino que también se dirige a conductores más jóvenes y orientados al deporte con su lenguaje de diseño. Me incluyo en esta categoría con gusto.
Esta impresión se ve reforzada por la paleta de colores: además del clásico gris/plata, hay variantes más llamativas como negro con detalles dorados y blanco-naranja-azul. Con un casco adecuado, como por casualidad fue el mío, sin duda se hace una impresión en cualquier lugar y se destaca. Me costaría decidirme entre las opciones de colores: tanto el acabado clásico plateado como la edición White son, para mí personalmente, verdaderos atractivos.
Otro gran punto a favor son los elementos de iluminación LED mejorados. El nuevo faro LED con luz diurna integrada se inspira en los modelos más caros de la línea Bonneville, mientras que los intermitentes LED más compactos y la luz trasera más pequeña contribuyen al aspecto despejado. Todo parece coherente y complementa las formas clásicas con las ventajas de la tecnología moderna, creando un paquete convincente.